La imagen gótica de la Virgen Blanca de Vitoria-Gasteiz fue esculpida en el siglo XIV. Es la representación más antigua que conservamos en la ciudad de la actual patrona de Vitoria-Gasteiz. Está labrada en piedra caliza y tiene el aspecto típico del gótico, con la sonrisa característica que humaniza a la madre y al hijo. Procede de la parroquia de San Miguel Arcángel, donde actualmente, en la hornacina neoclásica que realizó Nicolás de Arámburu para esta escultura, se encuentra una réplica.
Descripción de la imagen gótica de la Virgen Blanca de Vitoria-Gasteiz
El rostro ovalado de la Virgen Blanca está encuadrado por las ondulaciones del velo que cae sobre los hombros y deja ver discretamente el cabello. La corona que porta es de cuatro florones y la túnica cae hasta los pies, formando pliegues sobre los zapatos. La Virgen lleva en el pecho un broche circular, característico de este periodo, y sujeta el manto, que cae sobre los hombros, con la mano izquierda, en la que está también el Niño. De esta manera, se forma una curva en el brazo izquierdo que crea una oquedad de la que asoma la mano, solución muy habitual en las esculturas góticas de la Virgen. La imagen porta una flor realizada en 1859.
El Niño está en posición frontal, mirando al espectador. Viste manto y túnica, y sujeta la esfera en la mano izquierda mientras bendice con la derecha. Tanto el rostro del Niño como el de la madre muestran la típica sonrisa gótica, con un pequeño trepanado en la comisura de los labios. Ambos personajes se presentan muy humanizados, como es habitual en la época, aunque con una actitud majestuosa. La postura, un tanto rígida y frontal, enlaza con el ideal de belleza de las catedrales del gótico francés. La policromía actual es, posiblemente, de finales del siglo XIX; en el análisis realizado durante la restauración de la imagen gótica de la Virgen Blanca de Vitoria-Gasteiz se documentaron hasta once repintes.
https://www.vitruvioarte.com/curso-online/
