Torre de los Hurtado-Anda
En el siglo XV, el acceso norte de la ciudad se hallaba vigilado por la imponente Torre de los Hurtado-Anda. Está edificada ante el portal de Arriaga, que daba paso al pórtico de la iglesia de Santa María. Los restos del arco, todavía visibles en la fachada norte de la iglesia, dan testimonio de este hecho.
Los Hurtado-Anda, hidalgos provenientes de la localidad homónima (situada en el Valle de Cuartango), se habían integrado en el siglo XV en la baja nobleza vitoriana. Habían escalado en posición social a través de ventajosos enlaces matrimoniales. Su casa-torre, ubicada al norte de la Plaza de las Burullerías, corresponde a la tipología de casa fuerte urbana de la Edad Media. Posee en la parte inferior un cuerpo de piedra, mientras que el primer piso, destinado a la vivienda, está solucionado con el típico entramado de madera y ladrillo característico de la arquitectura medieval.
El acceso al edificio está delimitado por un arco apuntado, levemente alzado en su centro. El cuerpo inferior conserva cubos cilíndricos en los ángulos. Especialmente notable es el saledizo de la parte superior, observable desde la plaza de las Burullerías y que corresponde a los pisos altos, que apean en modillones de triple punta y tornapuntas.