Notre Dame de París. In ictu oculi.
En un abrir y cerrar de ojos las llamas devoraron Notre Dame de París. En un segundo puede cambiar no sólo nuestra suerte, sino la de un edificio con cientos de años de historia, uno de los primeros templos góticos que empezaron a construirse, uno de los símbolos de Europa y uno de los monumentos más visitados del mundo.
A lo largo de la historia, el fuego ha destruido importantes edificios como la antigua Catedral de Chartres. Cuenta la leyenda que los habitantes de esta ciudad pensaron que Dios y la Virgen les habían abandonado al creer que se había quemado su reliquia más preciada, la túnica de la Virgen. Pero al igual que Cristo, que al tercer día resucitó, esta reliquia volvió a aparecer pasados tres días de la declaración del incendio. Esto supuso la esperanza de los habitantes de la ciudad y el comienzo de la reconstrucción de la catedral en el nuevo estilo del momento, el gótico. En la Catedral de Burgos, el cimborrio se desplomó en la noche del 3 al 4 de marzo de 1539. Este elemento, construido por Juan y Simón de Colonia en el siglo XV, también fue reconstruido, en esta ocasión por Juan de Vallejo.
El incendio de Notre Dame de París.
Ayer las lágrimas bañaron las calles de París y las redes sociales. Este triste acontecimiento nos ha hecho ver que existe conciencia de patrimonio. A pesar de la destrucción, todo apunta a que se va a realizar una reconstrucción. Varias personas han realizado ya donaciones en este sentido. Hasta una ruina puede ser una esperanza como se demostró en Santa María la Real de Aguilar de Campoo de la mano de José María Pérez “Peridis”
Ahora, una vez extinguidas las llamas de Notre Dame, toca evaluar los desperfectos ¿Cómo ha quedado el edificio tras el incendio? ¿Qué intervenciones hay que realizar para consolidar su estructura? ¿Cómo se pueden reconstruir los desperfectos? He leído en varios lugares que se tardará años en recuperar el edificio, y así debe de ser. Viendo las fotografías que se han publicado hoy tras la extinción del incendio, parecen menores de lo que pensaba viendo las imágenes del incendio de ayer. Pero es necesario realizar un estudio exhaustivo que valore los daños reales de Notre Dame. Las temperaturas fueron muy elevadas y la piedra puede estar dañada. En una sociedad en la que prima la inmediatez, tenemos que detenernos, reflexionar y hacer las cosas bien. Festina Lente (Apresúrate despacio).
Las Catedrales Góticas son un símbolo de la Europa urbana de la Baja Edad Media, de nuestra cultura y de nuestra historia. Unos edificios que, aunque se construyeron como la casa de Dios, hoy son amados por personas de todo el mundo, sin importar sus creencias. En ellas la luz tenía un papel fundamental, Cristo se veía como la luz del mundo y los avances técnicos habían permitido, gracias al arco ojival y a los arbotantes, despojar al muro de su función estructural. Esto hace que las paredes queden totalmente cubiertas por vidrieras que a través de sus vidrios polícromos tamizan la luz en el interior.
Este símbolo, en Notre Dame de París, ha hecho despertar conciencias que estaban aletargadas. Un programa de “Abierto por obras” similar al que se lleva a cabo en la Catedral de mi ciudad, Vitoria-Gasteiz, creo que sería muy importante para que las personas que han mostrado que poseen sensibilidad hacia el patrimonio tras el incendio, puedan seguir la evolución de la restauración de un templo de esta importancia.