La historia de la basílica románica de Armentia
El origen de la Basílica románica de Armentia se remonta a finales del siglo XII, cuando fue levantada como colegiata. Uno de los tímpanos del pórtico nos ofrece información acerca de su construcción; en una inscripción, podemos leer claramente Auctores Rodericus ep, lo que relaciona la autoría intelectual con Rodericus Episcopus, o sea, con un obispo llamado Rodrigo. La época en que se construyó la iglesia (años 1146-1190) es un momento en el que Armentia pertenecía a la diócesis de Calahorra. En ese momento podemos identificar al comitente del edificio con el obispo Rodrigo de Cascante.
A mediados del siglo XV, Armentia empieza a entrar en declive. Por un lado, motivado por la concesión del título de ciudad, en 1431, a la cercana villa de Vitoria. Por otro lado, a finales de siglo, del título de Colegiata a Santa María de Vitoria, acentúa esta decadencia. Ya en el siglo XVI, se documentan una serie de obras. Tienen como objetivo desmontar el claustro de la antigua colegiata, así como su torre. El estado es prácticamente ruinoso. En el siglo XVIII se intenta recuperar la iglesia, por lo que se llevan a cabo unas nuevas obras que cambian la estructura románica del edificio.
De esta antigua iglesia románica permanecen el ábside, semicircular y cubierto con bóveda de horno, y el transepto (las zonas mejor conservadas), así como un muro que se encuentra entre el muro exterior del lado del Evangelio y el interior, actualmente no visitable. Muy notables son las esculturas del transepto, que representan el Tetramorfos o los cuatro evangelistas, donde apean los arcos de la bóveda de crucería. Las figuras están representadas de manera antropomorfa, con la cabeza del motivo adscrito al evangelista y el cuerpo humano. En cuanto al crucero, su cubierta se soluciona con una espléndida bóveda de cañón apuntado.https://youtu.be/001b6gEmWsghttps://youtu.be/001b6gEmWsg
Los talleres de escultura
Los tres talleres que trabajaron en Armentia poseen características muy diferenciadas. En primer lugar, encontramos un taller más popular, que se encarga de la ejecución de los capiteles de las ventanas del ábside.
Por otro lado, un segundo taller relacionado con Silos, y un tercero con la zona de Estella son los que realizan el resto del conjunto. En el impresionante pórtico destacan varios relieves: la Ascensión (cuya ubicación original era uno de los tímpanos) y el Cordero Místico junto con el Crismón.
Dignos de mención son también los relieves de la Anunciación, la Anástasis, el Santo Entierro y, especialmente, el llamado “Caballero Victorioso”, inspirado en la escultura ecuestre del emperador Marco Aurelio (originalmente conservada en San Juan de Letrán porque pensaban que se trataba del emperador Constantino),y que actualmente podemos contemplar en el Capitolio romano. La inspiración en motivos clásicos puede rastrearse también en los canecillos, donde encontramos un Espinario, ubicado entre otros curiosos personajes, como el Green Man o Gigante Verde y una mujer que nos mira desde un edificio.
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